Somos mujeres indígenas y lesbianas, pero ante todo somos humanas
ONU Mujeres/Ryan Brown Silene Salazar, cofundadora de la Red Nacional de Mujeres Indígenas y Bisexuales en Bolivia. Una activista boliviana pone de manifiesto cómo las mujeres indígenas que se identifican como lesbianas o bisexuales sufren una triple discriminación que les obliga a migrar de sus comunidades y alejarse de sus familias, de su cultura y hasta de su propia identidad. Para muchas familias indígenas la homosexualidad simplemente “no existe ”, cuenta Silene Salazar, una mujer quechua quien a sus dieciséis años se aceptó como lesbiana. “ Bolivia es un país muy machista, entonces ser mujer es complicado. Mi familia es muy machista y existe la heterosexualidad obligatoria . De cierta manera la mujer está con la función de reproducirse, tener hijos y casarse. Identificarse como lesbiana es muy fuerte por la discriminación”, dice. A Silene la discriminación de género y por orientación sexual, y el racismo por ser indígena, no la detuvieron, sino que la inspiraron para con
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