Sexo entre heteros; ritual de masculinidad que niega la homosexualidad
26JUN
Cada vez es más común escuchar sobre las relaciones sexuales que establecen entre sí los hombres heterosexuales y al mismo tiempo es más popular la proliferación de términos para describir este tipo de encuentros homoeróticos.
Palabras como Buddsex, Sexfriend o Sexbro son neologismos que aparecen para intentar retratar lo que estos hombres heterosexuales experimentan, pues de acuerdo con los científicos sociales, se trata de una realidad compleja que abarca la forma en la que interactúan, estrechan lazos, reafirman sus posiciones de poder y obtienen placer.
De acuerdo con la socióloga Jane Ward, este fenómeno aparentemente paradójico de sexo homosexual entre heterosexuales es en las mayorías de las veces mal interpretado. La investigadora indica que este tipo de prácticas se negocian en contextos diferentes que poseen significados culturales variados vinculados a la heterosexualidad y la homosexualidad.
En su más reciente investigación publicada en forma de libro bajo el título No Gay, la socióloga hace una exploración de este tipo de relaciones sexuales que van desde los encuentros entre los militares, los besos franceses y las relaciones homoeróticas creadas por las ficciones del fanatismo de la cultura popular.
El análisis del libro comienza con las llamadas novatadas entre los hombres del Ejército y las fraternidades universitarias, en las que el sexo homosexual ocupa un papel central.
Mientras que por un lado hay interpretaciones que indican que son actividades específicas de la institución militar o que se trata de actos no sexuales de iniciación en las hermandades, la investigación afirma que se trata de “interpretaciones excepcionales”.
Estas “interpretaciones excepcionales” buscan persuadir que se trata de actividades circunstanciales, sin sentido y sobre todo no-gays. Entonces, para la investigadora, estos rituales de iniciación son realmente momentos cuidadosamente organizados por los hombres que se asumen como heterosexuales con el fin tener contacto homosexual no-gay sin perder su identidad heterosexual y sus privilegios.
La investigación se centra en este tipo de rituales específicamente entre hombres heterosexuales blancos y cómo éstos usan todos sus recursos culturales para legitimar sus relaciones homosexuales como heterosexuales.
Ward indica que las relaciones homoeróticas entre los hombres heterosexuales están más presentes de lo que creemos, por lo cual no deben verse como una excepción de la masculinidad hegemónica heterosexual, sino como un componente de la misma. Por ello asegura que lo que particulariza a las relaciones homosexuales de sexo no gay no son las prácticas sexuales, sino los significados culturales que están vinculadas a ellas.
“A algunos hombres les gusta tener sexo con hombres en trastiendas de los bares gay después de bailar con la música tecno; a otros les gusta tener relaciones sexuales con otros hombres mientras ve porno heterosexual y hablan de golpear perras”, señala la socióloga.
Otro de los hallazgos encontrados por Ward es que tanto los hombres heterosexuales como los homosexuales afirman que no pueden decidir sobre sus prácticas sexuales; los primeros abogando las circunstancias y los segundos acudiendo a cuestiones biológicas, argumentos que para la investigadores niegan la agencia y fluidez sexual.
Finalmente, la autora evidencia que la heterosexualidad presenta una especie de “expansión” al incluir prácticas sexuales comunales y desafiantes (lo que incluye a los rituales de iniciación), mientras que la homosexualidad está siendo reducida al matrimonio y la monogamia.
Con información de Times Higher Education. Imagen tomada de Huffington Post.
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