El orden de los apellidos

¿Por qué la mujer siempre en segundo lugar? Esa idea fue la que hizo que esa práctica se convirtiera en ley.
 
Yuriria Sierra 24/04/2014 01:00
Recuerdo bien el caso de Max, un pequeño con dos mamás; los tres forman hoy una maravillosa familia. Viven en Cancún. En 2011, Max se convirtió en el primer menor registrado así: con dos mamás en nuestro país. Pero el proceso no fue sencillo, y es que después de su nacimiento, sus mamás —Tere y Violeta— tuvieron muchas complicaciones legales para lograrlo. En ese momento no existía siquiera el formato para el registro de bebés de familias homoparentales. Así que, en los juzgados a los que acudieron, la única opción que les daban era que el registro fuera como madre soltera, es decir, sólo la madre biológica podría incluir su nombre en el acta de nacimiento. Gracias a la intervención de David Razú, quien entonces era parte de la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, lograron que el formato se hiciera, pero después vino otra complicación, una que casi rayó en el absurdo...
Y es que ahora había que decidir cuál sería el orden de los apellidos; las leyes mexicanas establecen que el apellido de la madre biológica debe ser siempre el segundo, lo que representaba una complicación, pues, de hacerlo así, TereVioleta quisieran tener otro hijo, pero ahora  invirtiendo los papeles; el nuevo bebé ya no sería hermano legal deMax, nada más por el absurdo del orden de los apellidos. Por fortuna, todo se resolvió y ahora hay un detalle más que, con este antecedente, se evitarán tantas complicaciones más, no sólo para familias homoparentales, sino para todos los distintos tipos de familia que existen, que han existido siempre, pero que poco reconocimiento han encontrado.
Hace unos días fue aprobada en el Distrito Federal una reforma que modifica el Código Civil en su artículo 58, que permitirá que cualquier pareja decida, no por “costumbre”, sino por consenso, cuál será el orden de los apellidos de los hijos al momento de levantar un acta de nacimiento en el registro civil.
Esto representa no sólo un cambio en la legislación del Distrito Federal, sino también un cambio cultural que abre, y bien, las posibilidades para el reconocimiento de las familias que no son las que se consideran “tradicionales”. Las madres solteras: las que pasaron en solitario su embarazo, las que son abandonadas después del nacimiento del bebé, etc. También para las familias como la de Tere y Violeta o para la de Jorge y Miguel.
Porque también, además de las atribuciones legales de esta reforma (por ahora sólo local en el DF), como la inclusión poco a poco de los derechos de todas las personas y de todas la uniones, es un cambio preciso para sacudir leyes basadas en el patriarcado.
¿Por qué la mujer siempre en segundo lugar? Y es que esa idea fue la que hizo que esa práctica se hiciera ley, y tuvieron que pasar tantísimos años para que se modificara. Ahora sí, por común acuerdo, se decidirá cuál será el apellido que va primero, y es que esta ley termina con aquella tradición de que sea el paterno el que se debe preservar por siempre.

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