40 años después, así está México en derechos de la comunidad LGBTTTI+
En un país de desigualdad, los triunfos de las últimas cuatro décadas en pro de los derechos de la comunidad LGBTTTI+ son muchos, pero todavía insuficientes. Estas son las deudas por las que los activistas luchan todos los días21-junio-2018
DERECHOS HUMANOS
Juan José tiene 56 años, es publicista y tiene dos hijos a los que no ha visto en los últimos 12 años. La última vez que los vio fue cuando hizo pública su preferencia sexual.
Según recuerda el hombre –quien pidió modificar su nombre para esta entrevista– después del divorcio, su ex esposa le prohibió verlos para “no contaminarlos con sus ideas”.
Desde entonces, Juan José sabe de ellos sólo por las redes sociales, pero no puede acercarse o hablarles. Dice conocer que esta prohibición atenta contra sus derechos de paternidad y que es una forma de discriminación por su preferencia sexual, pero justifica: “Los tiempos han cambiado, aunque no ha pasado tanto tiempo, exigir mis derechos en ese entonces era mucho más peligroso de lo que es actualmente”.
Él forma parte del 10 por ciento de la población en México que es parte de la comunidad LGBTTTI+, también de quienes atestiguaron la transición del país en materia de derechos de los últimos 40 años. Sin embargo, varios de sus derechos han sido vulnerados.
Marcha LGBTTTI+ en la Ciudad de México. Foto: Alejandra Crail
Su caso no es el más grave.
Hace un par de días, Rubén Estrada, líder de la comunidad gay en Taxco, fue hallado muerto la mañana del domingo, junto al cuerpo de sus amigos Carlos Uriel López y Roberto Vega, también activistas en favor de los derechos LGBTTTI+. Sus nombres se unirán a la lista de más de 420 personas víctimas de crímenes de odio por orientación sexual en México entre 1995 y 2017, pues los casos de este año apenas se están contabilizando.
Franka Polari, activista de derechos humanos, explica que las últimas cuatro décadas se han tenido grandes avances en México y el mundo en pro de la comunidad de la diversidad sexual, pero advierte que éstos “no necesariamente han tenido un efecto en toda la población o un impacto en la manera de hacer política y en la forma de representación de los intereses de estos grupos”.
El principal síntoma de todo lo que falta por avanzar, asegura, son las agendas de los partidos políticos y los candidatos a la presidencia este 2018, que han eliminado las demandas específicas de estos grupos, en cambio sí hay posturas claras de éstos por limitar los derechos y apoyar a organizaciones como el Frente Nacional por la Familia.
Y es que no todo se trata de matrimonio igualitario, en el país aún hay varias deudas que saldar y varios derechos a equilibrar con la Ciudad de México, como el derecho a la identidad de género.
“Esos avances están muy bien, pero estos aspectos de derecho civil no van a resolver los problemas en temas en derecho penal e impartición de justicia. Hay que colocar en el tema cómo este sistema es fallido, al igual que el sistema de salud que está en una profunda crisis y está afectando a las comunidades de la diversidad sexual”, complementa Polari.
Foto: Manu Ureste / Animal Político
Con él coincide Felipe Nájera, activista e integrante de la Coalición Mexicana LGBTTTI+, quien detalla que los problemas sociales que se han acrecentado en el país dificultan el acceso a derechos para la comunidad y, así como con el resto de la población, los pone en una situación de precariedad que se agrava por las condiciones de las poblaciones.
Por ejemplo, en el acceso a la salud y al trabajo son las personas transgénero y transexuales quienes más violaciones a sus derechos presentan. En el primer rubro, la falta de reconocimiento de la identidad de género y la ausencia de políticas públicas par facilitar las transiciones ya presenta un estado de vulnerabilidad, mientras que en el laboral, la discriminación impide que este sector de la población se desarrolle plenamente en el ámbito profesional.
Franka Polari advierte que los avances que se han tenido en materia de derechos humanos no han alcanzado a toda la comunidad. Foto: Alejandra Carbajal / Time Out México
“No hay programas específicos para garantizarles el acceso al empleo. La falta de oportunidad que tienen los y las orilla a sobrevivir con empleos temporales, trabajo en industrias de glamour, moda, maquillaje, diseño de imagen y, en el peor de los casos, en trabajo sexual. Esto a su vez se conecta con problemas de salud y violencia”, refuerza Franka.
Sobre casos como el de Juan José, Nájera dice que ejemplifica el problema de educación o, más bien, la ausencia de ella. No se difunde ampliamente el derecho a elegir una orientación sexual, tampoco el respeto a la diversidad familiar. La educación, explica, es la llave para cambiar las concepciones sociales que atentan contra los derechos de la comunidad, incluso el de la vida como en el caso de los activistas asesinados en Taxco.
La disparidad también tiene geografía. Los especialistas coinciden en que fuera de la Ciudad de México todavía hay mucho por trabajar, sobre todo en la zona del Bajío que es renuente a respetar los derechos de la comunidad LGBTTTI+. Ambos refuerzan que las zonas donde las disputas con el crimen organizado son cotidianas, la vulneración de derechos se incrementa, como en Guerrero.
Foto, vía: Traficozmg.com
Uno de sus aliados en la búsqueda de derechos es la lucha feminista, que empezó antes que la de la comunidad LGBTTTI+. Tanto Nájera como Franka afirman que entre más equitativo se vuelve el país y más acceso a puestos de poder tienen las mujeres, más fácil es conseguir que se impulsen políticas públicas en favor de los derechos de la población de la diversidad sexual.
“Siempre que un grupo vulnerable comienza a escalar, la balanza se inclina para todos los demás. Hay mucha mayor sensibilidad”, asegura Franka.
Foto: Xinhua
Pero aún no se llega al fin del camino. El próximo 28 de junio se celebrará la marcha para celebrar el 40 aniversario de la lucha por los derechos de la diversidad sexual y aunque el festejo sabe a victoria, aún no es posible afirmar que México es un país incluyente y respetuoso con las millones de personas que tienen una preferencia o identidad sexual diferente. La lucha por los derechos está aún lejos de terminar.
En México se celebró por primera vez la Marcha del Orgullo Homosexual el 27 de junio de 1979, convocada por el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), y de la cual formaron parte del Movimiento de Liberación Homosexual, feministas, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Partido Comunista Mexicano, entre otros.
Sin embargo, aunque fue un año antes, el 26 de junio de 1978, que miembros del FHAR presentaron sus demandas en público durante la marcha que conmemoraba la Revolución Cubana.
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